Ir al contenido principal

Destejer el arco iris

 Debía realizar esta entrada. El título del blog, un tanto enigmático, reclamaba una explicación. Todo tiene su origen, como veréis, en un poema. Sí; la ciencia y la poesía tienen más puntos en común de los que sospechas...


"En el principio fue el verbo..." (San Juan 1,1)

En la bibliografía de la asignatura de Psicología Evolutiva de la U. Complutense, del año 1984, se incluía un libro de obligada lectura con un título llamativo: "El gen egoísta". El hecho de que fuera obligatorio disponía al prejuicio: "seguro que es un rollazo";el sustantivo del título inducía a interpretarlo como "un tratado de genética" académico y aburrido; pero  el adjetivo"egoísta" le daba un toque juguetón, malicioso... ¡podría llegar a gustarme! 

Y me gustó. Desde entonces he acompañado al autor, el naturalista evolutivo Richard Dawkin, leyendo muchos de sus libros. Otro de los títulos que despertó mi curiosidad, y del que tomé prestado el título del blog, fue precisamente "Destejiendo el arco iris".

La idea que alienta ese libro es la de la reivindicación de la ciencia como arte, como poesía... Es precisamente un alegato contra los poetas románticos que la despojan de su cualidad lírica, de su capacidad para despertar emociones y sentimientos. La imagen representada en el título corresponde en realidad a uno de los versos de un conocido poema del poeta británico John Keats 


"¿No vuelan todos los encantos
con el mero toque de la fría ciencia?
Antes había en el cielo un sobrecogedor arco íris;
hoy conocemos su trama, su textura.
Ahora forma parte del aburrido catálogo de las cosas vulgares.
La filosofía corta las alas de un ángel,
conquista los misterios con reglas y líneas.
despoja de embrujo el aire, vacía de gnomos las minas;
Desteje el arco iris.
La tierna persona de Lamia se desvanece en una sombra.
Lamia. 1820.


Keats reprocha a Isaac Newton el haber destejido (explicado) el arco íris por su experimento con el prisma óptico, con el que demostró que obedece a la refracción de la luz. Así, explicando como funciona, lo despoja -dice- del misterio, de la magia, de la poesía...  En esa misma línea, Edgar Allan Poe acusó a los científicos en su Soneto a la ciencia de sacar a Diana de su carro y de expulsar a la dríada del bosque, entre otras lindezas.

Soneto a la ciencia
(Edgar Allan Poe)

¡Ciencia! ¡verdadera hija del tiempo tú eres!
que todo lo transformas con tus ojos penetrantes.
¿Por qué te ensañas con el corazón del poeta,
buitre con alas de anodina realidad?

¿Cómo amarte o cómo juzgarte sabia
si no dejas que en nuestras ensoñaciones
buscar un tesoro en los cielos enjoyados
por más que levante, intrépido, mi vuelo?

¿No has apeado a Diana de su carro?
¿No has expulsado a las ninfas de su bosque
obligandolas a refugiarse alguna feliz estrella?

¿No has arrancado a las Náyades de sus aguas,
al Elfo de la hierba verde , y a mí
del sueño de verano bajo el tamarindo?


"No comáis el fruto del árbol del conocimiento..." (Génesis 3,3) 

En 1998, el ateo Richard Dawkins respondió a los románticos rebatiendo sus argumentos a lo largo del libro y demostrando que la ciencia está plagada de situaciones poéticas. Para el biólogo la ciencia no destruye la belleza o el misterio de las cosas, sino que los descubre. Lejos de provocar frialdad o desolación, promueve asombro y maravilla: los misterios no pierden encanto cuando se revelan, la solución es siempre más bella que el enigma.


Con estilo ameno y cautivador, Dawkin propone al lector variados ejemplos donde la ciencia de diferentes disciplinas, lejos de destruir la poesía de la naturaleza, la realzan. En la obra también arremete contra la pseudociencia ("mala poesía de la ciencia" con temáticas de astrología, espiritismo, milagros...). Como neodarwinista la explica en base a la selección natural (supervivencia de los mejor adaptados) en la infancia. Postula que el aprendizaje científico (donde predomina el ensayo y error) no sería adaptativo pues penaliza los errores posibles que pueden ser fatales para el niño, favoreciendo la credulidad infantil en los "mitos" y "preceptos" impuestos por el adulto y censurando el juicio propio y la actitud experimental con consecuencias catastróficas si esa actitud persiste en la vida adulta. Dawkins, con ironía pero también con rigor científico, se enfrenta a las pseudociencias mostrando lo que son en realidad: fraude, ilusión, alucinación, error o embuste.


"Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere dulce a tu alma"  (Proverbios 2,10)

Desmontar el mito de la la ciencia como "árbol del conocimiento del bien y del mal" por cuya culpa somos expulsados del paraíso es el motivo (compartido por muchos, pero también rehusado por otros tantos) que me impulsa a realizar este blog.  Y, por supuesto, descubrir su poesía y su belleza; pero eso vendrá por añadidura.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hay más cosas en el cielo y la tierra, Horacio, que las que sospecha tu filosofía.

Hay más cosas en el cielo y la tierra, Horacio, que las que sospecha tu filosofía. Hamlet, Acto 1 Escena 5 En esta obra, la más profunda de Shakespeare, Horacio y Hamlet -estudiantes en la Universidad de Wittenberg- conversan sobre quienes somos y cuánto sabemos. Horacio estudia Filosofía Natural (lo más parecido a la "ciencia" de aquellos tiempos). Con la arrogancia que caracteriza a algunos estudiantes cree que el Universo está bien conocido y entendido. Hamlet, en cambio, no está tan seguro... El mundo ha cambiado mucho en estos cuatrocientos años. Las realidades descubiertas por la ciencia han eclipsado la más exhuberante imaginación de cada época. Tan solo algunos genios proféticos idearon la posibilidad de la radio, el teléfono, la TV, el automóvil, los viajes espaciales... Y, a día de hoy, al igual que nuestro universo, las cosas que no sabemos parecen expandirse hasta límites infinitos. Siendo mucho lo que sabemos ya, es infinitamente menor de lo que nos f

Cacharreando la e-bike 28 pro . 2ª parte.

Tras 11 meses reclamando atención por parte del servicio de atención al cliente de Momabike y olvido (amparado en la pandemia ...¿qué tendrá que ver, digo yo si según ellos la situación ha disparado la actividad y ventas de su empresa?) decido intentarlo de nuevo y mando una serie de correos al servicio. Tres correos que piden respuesta a las siguientes cuestiones:  1. ¿Qué fue de aquellas reclamaciones que realicé en mayo del pasado año y que me contestaban entonces con este párrafo: "Estamos experimentando una demanda muy fuerte, ya que la bicicleta se ha convertido en un producto estrella.Nuestro servicio está saturado. Le contestaremos en cuanto antes. Gracias por su comprensión." Y que, desde entonces (y mira que ha pasado tiempo) fueron olvidadas en su atención y respuesta. 2. ¿Cómo puedo conseguir un nuevo enchufe (hembra) de la batería, ya que el actual "baila" en uno de sus bornes y me desconecta la misma produciendo apagado del sistema y necesidad de pedal

El árbol del bien y no del mal.

Existe en el Museo Británico un sello sumerio llamado El cilindro de la tentación. Su fabricación está fechada en torno al 3.500 a.C. Los sellos eran cilindros perforados para poder ser llevados al cuello y girados como un rodillo para imprimir sobre la arcilla blanda figuras en relieve, con dimensiones comprendidas entre los 3 y los 12 cm. de altura y los 2 y los 5 de diámetro. En ellos se representaban escenas variadas de tipo animalístico, religiosos o de interés público. En este caso, se presenta a un hombre y una mujer separados por un eje simétrico, el Árbol de la Vida.  Los logros de las civilizaciones de la vieja Mesopotamia no dejan de sorprendernos: Desde el origen del Hombre (que atribuyen a extraterrestres) con mediación de mensajeros -dioses- (del planeta viajero Niburu), pasando por sus extraordinarios avances sociales, bélicos, arquitectónicos, agrícolas, matemáticos, astronómicos, etc. Gracias a la traducción de sus tablillas de arcilla se va conociendo su historia,