Historia de los mensajes cifrados (y descifrados) A diferencia de la esteganografía (que se cuida de aparentar ausencia de mensaje alguno) los códigos cifrados muestran el mensaje directamente, pero lo hacen deformándolo de tal forma que se hace ininteligible a ojos de quién no tenga la clave para descifrarlo. Aunque no tenían cifrados tan sofisticados como los de la actualidad, los griegos y los romanos compartían el gusto por los códigos. Los métodos de cifrado por sustitución El célebre orador Cicerón usaba uno muy sencillo en sus cartas cambiando el nombre de los personajes que citaba para que, en caso de ser interceptadas, sus opiniones no se volvieran en su contra (pese a ello se rumoreaba que César leía finalmente todo lo que escribía). Eneas el Táctico recomendaba el truco de sustituir las vocales de las palabras por puntos para volver más difícil la codificación, p·r· n· p·r·c· ·st· ·n m·t·d· m·y r·b·st· . (1) A Julio César también le gustaba codificar sus men